“Llevamos un año preparándonos para un día así”. Para el capitán del CF Villanovense, Ángel Pajuelo, jugar una final por el ascenso con el equipo de su corazón es lo máximo. El ‘6’ serón conoce bien lo que es jugar partidos grandes. 

Barcelona, Sevilla, Santander, Fuenlabrada y un largo etcétera son los lugares y estadios que ha pisado Ángel Pajuelo para defender la zamarra del Villanovense. A su larga lista de estadios y momentos inolvidables se les podría unir el próximo sábado el Francisco de la Herea de Almendralejo. 

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Por primera vez se jugará una final de ascenso directo a Segunda B entre equipos extremeños y a un único partido. Delante, el Cacereño. “Afrontamos el partido con muchas ganas. Ellos son un equipo experimentado con gente veterana y de mucho nivel, va a ser un partido muy duro en el que vamos a tener que correr mucho”, señala Pajuelo. 

La lesión que sufrió poco antes del confinamiento y su posterior operación ya quedan atrás. Se encuentra plenamente recuperado y listo para ayudar a sus compañeros. “Llevo todo el año trabajando duro para dar lo mejor de mí, lo mismo que estoy haciendo esta semana para llegar lo mejor posible el sábado. Este tipo de partidos son siempre bonitos de jugar”, reconoce. 

En este sentido, Pajuelo cree que el encuentro ante el Cacereño “será parecido a los que ya jugamos en liga. Somos dos equipos muy igualados y es una final. En este tipo de partidos el que menos errores comete es el que se lleva la final. Por eso no quiere oír hablar de favoritismos. “En un partido así no hay favoritos. Lo hemos vivido contra equipos como el Barcelona o el Sevilla, que son partidos en los que puede pasar cualquier cosa. Ellos son un muy buen equipo y la eliminatoria está al cincuenta por ciento”, agrega. 

Además, confiesa que poder sentir el apoyo de la afición en el estadio almendralejense será vital. "La afición para nosotros lo es todo. Te da fuerzas cuando ya no las hay".