Si después de dos meses hay algo que el coronavirus no se ha llevado por delante es la ilusión y ganas de volver a jugar de las chicas de fútbol sala de la UD La Cruz Villanovense. El cuadro serón, que junto al equipo de La Garrovilla son los dos únicos representantes extremeños en Segunda División de fútbol sala, lucharán por ascender a la máxima categoría nacional cuando las autoridades sanitarias lo permitan.
“A todas nos entró un cosquilleo y sensación de nerviosismo, una mezcla de sentimientos difícil de explicar. Para nosotras es un sueño poder jugar una fase de ascenso a Primera, así que iremos a por todas, sin nada que perder y a disfrutar de esa experiencia”, relata Mari Gómez, capitana. La RFEF aprobó la pasada semana la finalización de la fase regular y la disputa de unos play off de ascenso exprés que jugará La Cruz Villanovense, que acabó en la tercera posición después de 20 jornadas con 42 puntos.
"No se trata de hablar de justicia, sino de tomar decisiones"
Una decisión que su entrenadora, Ana Pérez, entiende que pueda no gustar a algunos clubes, pero desde su punto de vista su equipo “tenía muchas opciones de llegar a esos play off porque hemos estado en esa zona de la clasificación durante el 90% de las jornadas que hemos disputado”. Por ello reconoce que esta decisión dejará satisfechos “a quienes les afecte positivamente y a quienes perjudique pues se quejarán”. Para ella “no se trata de hablar de justicia”, sino de “tomar decisiones”. Por ello, la decisión tomada desde la RFEF “es la menos dañina para la mayor parte”, señala.
Estos dos meses de confinamiento están sirviendo para cargar energías y llenar de ilusión la mochila del play off para las jugadoras del equipo villanovense. Para Sara López, otra de las capitanas del equipo, poder jugar una fase de ascenso a la máxima categoría no se lo habría imaginado ni en sus mejores sueños. “Si nos llegan a preguntar hace ocho años si podríamos llegar a jugar unos play off a Primera habríamos pensado que es una locura”, reconoce. Y subraya que “esto no es fruto de la suerte, sino del trabajo que hemos venido haciendo desde entonces, aprendiendo de nuestros errores y fortaleciendo nuestras virtudes”.
"Hace ocho años habríamos pensado que era una locura jugar un ascenso a Primera"
Todavía tendrán que esperar para poder volver a los entrenamientos, aunque quizás la espera se les haga larga por todas las ganas que ya tienen de poder volver a verse. “Todas las chicas no paran de preguntar que cuándo se puede entrenar, así que les he pedido paciencia, aunque es normal que ya haya ganas de entrenar, de competir, de mejorar y corregir errores”, señala Ana Pérez.
Esa “familia” que han construido, como así lo llaman ellas mismas, espera poder reunirse pronto. “Echo mucho de menos trabajar codo con codo con mis compañeras en los entrenamientos”, confiesa Sara López. “Queremos volver al grupo, porque aunque tenemos contacto con videollamadas y demás, lo que queremos es volver a vernos”, apunta Mari Gómez.
Y es que la unión que caracteriza a este grupo será lo que intenten explotar de cara a su enfrentamiento ante el Torreblanca Melilla, su rival en play off en una fecha todavía por determinar. Mientras tanto, su sueño seguirá en pie: “Llegar a la final y ascender”.
